Cuando el viajero conoce algunos de los hoteles que la cadena portuguesa Vila Galé (www.vilagale.com) tiene en el Alentejo, se da cuenta de la enorme apuesta que ha hecho por esta región fronteriza portuguesa.
Alter do Chão, Elvas, Évora o Beja (donde hay tres en el interior de una impresionante heredad de más de mil seiscientas hectáreas) son los ejemplos
de grandes alojamientos que, además de aumentar y mejorar la oferta hotelera, posicionan
a esta parte de Portugal como destino de muchas de sus inversiones.
En la ciudad de Elvas
(declarada por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad en el año 2012) acaba de inaugurarse
otro gran cuatro estrellas bajo el nombre de Vila Gale Casas D´Elvas Historic
Hotel.
Cuarenta y cuatro habitaciones perfectamente
equipadas bajo un denominador común: insignes pintores de la historia universal
que van dando nombre a sus estancias. Henri Matisse, Theo Von Brockhusen, Theodore
Robinson, Paul Gauguin, Pál Szinyei Merse, Joaquín Sorolla, Maximillien Luce, etc.,
etc., son algunos de esos grandes artistas de fama internacional.
Ese guiño por la obra de estos excelsos pintores está presente a través de diferentes aspectos que iremos apreciando según recorremos este novedoso Vila Galé.
Una serie de paletas colgadas sobre la calle principal que nos lleva a la recepción (mostrando, a la vez que sirven de sombra, una originalidad la decoración), una gran pintura representativa de cada pintor en la pared donde se encuentra el cabecero de la cama o una paleta de
tonalidad marrón anunciando el número de habitación son claras señales de la temática del hotel.
Especial mención merece la construcción donde se asienta Vila Gale Casas D´Elvas Historic Hotel, cuyo pasado no puede pasar desapercibido para el huésped que aprecie estos detalles históricos.
El complejo del hotel consta de varios edificios, ubicados en la parte alta de la ciudad, donde la historia se hace presente, ahora para estas funciones de hospedaje con bajo la apariencia de un pequeño pueblo.
Por tal motivo, encontraremos una cabina de teléfono, una calle ("Rua da Muralha Fernandina"), un puesto para helados, un buzón de correo o cuidados jardines y rincones.
Sin duda, una excelente idea para dotar de nueva vida a estas construcciones, perfectamente restauradas, que antaño tuvieron objetivos tan dispares como cárcel
(donde curiosamente se asienta una de las más bonitas suites del hotel), “Conselho de Guerra”
(estancia, en su momento, utilizada por los altos oficiales del ejército portugués para discutir tácticas
militares como ocurrió, por ejemplo, durante la “Batalha das Linhas de Elvas”) o sede de la Cruz Roja.
Es definitiva, un lugar de denso pasado ahora rehabilitado y preparado para el descanso y disfrute del huésped.
Conviene recordar que estamos en
la parte vieja de la ciudad, intramuros, dentro de su casco histórico, cerca
del castillo y del otro gran hotel que este prestigioso y reconocido grupo hotelero tiene en esta ciudad: Vila Galé Collection Elvas (toda una oda
a uno de los edificios más bonitos e ilustres de la ciudad que durante su dilatada vida fue convento, cuartel,
tribunal o cárcel militar).
Este emplazamiento privilegiado, en lo alto de Elvas, nos brinda un extra adicional: unas vistas y panorámicas que merecen la pena.
Si a ello le sumamos que contamos con una coqueta piscina ubicada en la
parte alta del hotel, hemos encontrado un lugar ideal para descansar y disfrutar de un agradable y relajante
baño junto a unas panorámicas difícil de olvidar. Todo un lujo.
Esta recomendable oferta para deleite del huésped
se enriquece con una atrayente propuesta gastronómica capitaneada por los cocineros Alberto Muralhas y Pedro Gaspar.
Por un lado, el desayuno bufet, que lo tomaremos en un marco tan incomparable (apenas a cien metros) como Vila Galé Collection Elvas.
Menuda suerte. Un reconstituyente “pequeño almorço” junto al claustro del antiguo
convento de Sâo Paulo.
Quien les escribe no pudo evitar, con la tranquilidad que el momento exigía, y tras la primera comida del día, beber una "bica" entre estos impresionantes muros.
Por otro lado, su prestigioso restaurante de cocina italiana “Massa fina”, que ya se ha convertido en referencia y moda, no sólo de la Elvas sino de pueblos vecinos, incluida la ciudad de Badajoz (a sólo quince minutos en coche).
Su entrada, contigua al hotel y con una pequeña terraza exterior, es fácilmente reconocible por su doble pórtico de piedra labrada con dos pináculos en la parte superior.
Ubicado en lo que fuera el antiguo “Conselho de Guerra” (el escudo de armas a la entrada nos recuerda aquellos tiempos) propone al comensal una gastronomía típica del país transalpino con una magnífica relación calidad/precio.
Entrantes de calidad (focaccias, carpaccios,…), pizzas, ensaladas, risottos, pastas y buenos postres harán las delicias de los comensales.
No quiero olvidar su salón para
eventos, conferencias y presentaciones. Tras subir por una preciosa y elegante
escalera de mármol, nos adentramos en este amplio espacio donde descubriremos, en uno de los
laterales y serigrafiada en la pared, una sucesión cronológica de la historia de la Inquisición en Portugal.
Imaginen, por unos momentos, que tenemos todos estos detalles que he comentado en una coctelera.
Si a todo ello le unimos la amabilidad, profesionalidad y hospitalidad de
todo el equipo que nos atendió, hemos encontrado un magnífico alojamiento para hospedarnos y conocer esta parte del Alentejo.
Son muchos, pues, los argumentos de todo tipo para perderse por Elvas (murallas, plazas, historia, iglesias, palacios, gastronomía, compras, buenos alojamientos, etc.).
Recuerden que, desde hace unos meses, aquellos viajeros que se decantan por alojamientos con encanto, tienen uno más llamado
Vila Gale Casas D´Elvas Historic Hotel donde descansar y disfrutar a un precio francamente
competitivo.